Joyas Malditas 4- El Anillo Vyne

Joyas Malditas 4- El Anillo Vyne

Con ocasión de la edición de "Misterios y Cubatas" en la que tuve el honor y el placer de participar hablando sobre joyas históricas malditas, he pensado en recopilar algunos datos sobre las mismas añadiendo imágenes de las piezas y algunas otras relacionadas. Espero que os guste esta serie de posts. :)

Os dejo el enlace al programa, por si lo queréis escuchar.

Si en los casos anteriores podemos llegar a poner en duda cuánto hay de cierto y cuánto hay de leyenda en las historias de estas piezas, con ésta no podemos dudar, puesto que la maldición que la acompaña viene por escrito.

Anillo Vyne

-Tambien llamado “El Anillo de Silviano”

- Es un anillo de oro, de unos 12 gramos de peso y 25mm de diámetro (el equivalente, a algo menos de una talla 39 esp. Y una 17 US.) Se cree que seguramente estaba confeccionado para llevar sobre un guante, por eso el tamaño tan grande. 

- Data probablemente del  S.IV

- El aro del anillo tiene diez facetas en disminución. La parte más ancha es la frontal, un cuadrado biselado con una imagen de la diosa Venus grabada. A un lado están las letras «VE» y al otro «NVS», en escritura especular para que, de esa manera, al usarlo como un sello sobre lacre u otro material, el grabado y las letras aparezcan en el sentido correcto. 

-En el aro están grabadas las palabras «SENICIANE VIVAS IIN DE». La frase tiene, por error, la «I» de «IN» duplicada, y ello no deja sitio para la última letra, que debiera haber sido una «O». La inscripción corregida es «SENICIANE VIVAS IN DEO» —un propósito común entre los cristianos romanos, que significa ‘Seneciano, que vivas en Dios’.

Historia y Leyenda

-El anillo fue descubierto por un campesino en 1785, en un campo arado cerca de Silchester, en Hampshire, Inglaterra. Probablemente este granjero se lo vendió a la familia Chute, que poseía la finca llamada “The Vyne”, de ahí el nombre que se le da al anillo. El propietario de la hacienda en 1888, Chaloner Chute, escribió sobre el anillo en una historia de la casa. El anillo se ha conservado en esta casa de campo, ahora propiedad de National Trust. 

-El anillo de Silviano permaneció en la biblioteca de The Vyne durante mucho tiempo con escasa difusión, hasta que saltó a los medios en abril de 2013, cuando se montó en la mansión una exposición sobre él.

- Fue en 1929, 144 años después de encontrar el anillo, y a unos 100 km de Silchester, en el Parque Lydney (Gloucestershire) donde el arqueólogo Sir Mortimer Wheeler realizaba una excavación en el emplazamiento de un templo romano en el que se identificaron inscripciones dedicadas al dios de Nodens. Allí encontró detalles sobre el anillo y su maldición.

-Wheeler encontró una tablilla de plomo, una “tablilla de maldición” o “defixio” con la siguiente inscripción en latín

“DEVO NODENTI SILVIANVS ANILVM PERDEDIT DEMEDIAM PARTEM DONAVIT NODENTI INTER QVIBVS NOMEN SENICIANI NOLLIS PETMITTAS SANITATEM DONEC PERFERA VSQVE TEMPLVM DENTIS”

“Al dios Nodens. Silviano ha perdido un anillo y donará la mitad [de su valor] a Nodens. A quienes se llamen Seneciano no permitas que gocen de buena salud mientras no devuelvan el anillo al templo de Nodens.”

Imagen de la defixio.

- Seneciano no es un nombre común y el anillo no es un anillo común, así que lo que se deduce que es el tal Seneciano debió robar el anillo a Silviano quien demandó su ayuda al dios Nodens para recuperarlo y maldijo al ladrón. 

-Lo curioso del caso es que Wheeler pidió ayuda con la etimología del nombre “Nodens” a un profesor de Oxford. Este profesor era John Ronald Reuel Tolkien.

- Como resultado de esto, Tolkien escribió el breve ensayo titulado “The Name Nodens”.

-Tolkien visitó en varias ocasiones las excavaciones y se sabe que se interesó tanto por la historia del anillo, sus inscripciones y la defixio, como por otros aspectos de las excavaciones. 

-Parece que en el lugar de la investigación encontraron restos de una construcción, según unas fuentes una mina romana con ejes intactos bajo un fuerte de la Edad de Hierro. En cualquier caso parece que la forma guarda parecido a los agujeros de las casas de los hobbits. Años después de que los romanos abandonaran el lugar, los lugareños empezaron a llamar al lugar “Dwarf’s Hill” (La Colina del Enano) pues creían que en esas construcciones moraban duendes y enanos. Según los conservadores del Parque Lydney, Tolkien expresó un gran interés en los cuentos populares y la historia de esta colina.


Ninguna de las fotos son de mi propiedad, pertenecen a sus correspondientes autores y sólo se comparten a modo ilustrativo para acompañar la información dada.

Fuentes:

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